31 julio 2009

El aniversario

A veces las leyendas urbanas pueden convertirse en realidad.



El aniversario


Caía lo indecible aquella tarde de diciembre. Las palmadas de aviso del vigilante se veían ahogadas por los truenos que, aunque todavía lejos, se hacían notar.

—Pero… Herminia… ¿Cómo se le ocurre salir de casa en una tarde como esta?
—Hoy es nuestro aniversario. Mi Anselmo y yo nos casamos en la iglesia de San Martín, hace cincuenta años, a las seis de la tarde.
—Felicidades. ¡Ande…! váyase a casa antes de que caiga lo que viene por allí.

Herminia con su paso cansado, comenzó a andar los dos kilómetros que separaban el pueblo del cementerio.

A mitad del recorrido cayó una fuerte lluvia acompañada de un relámpago que iluminó toda la carretera.

Resignada y empapada, continuó su camino mientras hablaba con Anselmo.

—Solo a ti se te ocurrió casarte en diciembre y de noche. ¿No hubiera sido mejor por la mañana? ¡Menudo resfriado voy a coger!

La luz de unos faros a su espalda hizo que se volviera. El vehículo paró a su lado ante el gesto tímido y avergonzado de Herminia.

El conductor de mediana edad, sacó de la guantera un paquete de pañuelos de papel para que pudiera secarse.

—¿Es usted forastero? No recuerdo haberle visto por el pueblo. ¿Conoce alguien aquí?
—Así es, Herminia.
—¿Me conoce?
—Sí. Nos conocimos cuando su Anselmo murió.

El vehículo continuó su camino desvaneciéndose con el ocaso de un relámpago que iluminó todo el pueblo.

Al día siguiente el pueblo entero rendía homenaje a Herminia, a la que un rayo llevó junto a su Anselmo, dejando en la cuneta su vida terrena.

4 comentarios:

  1. Nos vas sorprendiendo Jesús.
    Muy bien, me ha gustado

    Felices vacaciones

    Nos vemos en el siguiente ensayo de la banda

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  2. Gracias Elèna.

    Me alegro que te haya gustado.

    Felices vacaciones y nos vemos en septiembre.

    Un saludo
    Jesús

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  3. Hola, Jesús: pues... luego de una primera lectura a vuelo de pájaro, me dispuse a una segunda a vuelo de prosa, encontrando esta historia contada desde la línea mágica que se despliega a medio camino entre lo tangible y su opuesto, en tono de Poesía.

    "Las palmadas de aviso se veían ahogadas por los truenos que, aunque todavía lejos, se hacían notar." me han gustado; encontré en esa línea un recurso novedoso; una metafórica manera de aproximar los sentimientos a las inclemencias del tiempo. Cosa difícil de lograr y digna, por lo tanto, de aplaudir. Las "palmadas de aviso", tapadas por el ruido de los truenos, conforman una imagen y situación completa, plena, inquietante y acertada.

    Lo mismo para: "Caía lo indecible aquella tarde de diciembre. Las palmadas de aviso del vigilante se veían ahogadas por los truenos que, aunque todavía lejos, se hacían notar." Es una imagen precisa y preciosa.

    El texto es una joyita impecable. Me gustó, lo disfruté. Está escrito de tal manera que parece un episodio que presencias mientras aguardas el tren, o cualquier otra cosa. Cuando en realidad se está ante un evento trascendental, extraordinario, ya anticipado en el comienzo. Y ese es precisamente el mérito de esta lectura: la cosa desnuda de importancia; el hecho posible, apacible, improbable. Milagroso. Muy bien retratado.

    Convoca lo Trascendental.

    Felicidades.

    Y Saludos Azules.

    Un besote.
    _____________________

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  4. Hola Turkesa!

    Tu comentario es tan reconfortante, que me hace extender las alas para crear más. ¡Madre mía, que cursi! pero es verdad.

    Muchas gracias por tu comentario, que es distinto a los que habitualmente recibo.

    Da gusto cuando alguien disfruta con un texto propio y lo dice.

    Gracias de nuevo Turkesa.

    Un saludote.

    Jesús

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