Bailaba entre multitud de lobos hambrientos, pero se fijó en mí.
La noche fue apasionada e insaciable.
Al despuntar el día me impidió marchar. Sus ojos azabaches me decían: "Tú cierras mi cupo de primavera".
Hasta ella, La Impía, La Güera. La Muerte. Tenía objetivos que cumplir.
La noche fue apasionada e insaciable.
Al despuntar el día me impidió marchar. Sus ojos azabaches me decían: "Tú cierras mi cupo de primavera".
Hasta ella, La Impía, La Güera. La Muerte. Tenía objetivos que cumplir.