Prensa, radio y televisión se agolpaban en el andén. El tren más rápido del mundo iba a realizar su primera salida. Políticos de varias naciones, grandes empresarios y cuatro periodistas agraciados serían los primeros pasajeros.
Europa y Asia se iban a hermanar gracias a la tecnología. El recorrido entre Madrid y Pekín se realizaría en cuatro horas.
La Presidenta del Gobierno español citó en su discurso la célebre frase de Don Sebastián en “La Verbena de la Paloma”: «Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad».
Flases, entrevistas, imágenes para la posteridad. Un silbato, una bandera roja y… «¡Todos al tren!».
Cuando el maquinista detuvo el ferrocarril, un gran número de campesinos miraban asombrados la máquina infernal, que se hundía por su peso, en sus campos de arroz.
El tren más rápido del mundo había desafiado las leyes de la física viajando al pasado.
Me gusta, me gusta el contraste entre el mundo rápido, veloz y el otro, en el que el tiempo se detiene.
ResponderEliminarSaludos
Gracias indecisa, mla vida actual es tan ráìda como fugaz, y eso impide disfrutar de las cosas más sencillas.
ResponderEliminarUn saludo
Jesús
Hola Jesus:
ResponderEliminarPor desgracia el mundo cada vez nos asombra con nuevas tecnologias, de las que son imposible huir.
El mundo corre,¿Y nosotros porque corremos?. Quizas para no ser los ultimos ¿Pero en que?.
Saludos
Tessa
Hola, Tessa:
ResponderEliminarHay un afán por ser el primero, el único, el más y todo eso se consigue corriendo más y más rápido, y si quieres que te sea sincero no entiendo la razón, ¿acaso los segundos o terceros van a vivir peor? Si así fuera sería porque los primeros les hacen la vida imposible.
¿A dónde hemos llegado?
Un saludo
Jesús