27 junio 2010

El poeta y el cuentacuentos

Un poeta y un narrador discutían sobre qué disciplina literaria podría describir mejor a la Muerte.

El cuentacuentos defendía la brevedad en las frases, sin metáforas. El poeta, con puntería, dirigía su argumento hacia los sentimientos y sensaciones.

—La poesía —decía el poeta— puede hacer sentir al lector que está muerto, mientras que el relato sólo puede hacer que lo imagine.

—¡Já! —Replicaba el cuentista—, el relato envuelve al lector en el miedo que la presencia de la negra figura transmite.

Sentados en dos cómodos sofás, y con un vaso de buen néctar español en la mano, seguían con su tema sin importar la hora de amanecida.

Sonaron unos golpes en la puerta, y al abrirla, no encontraron a nadie. Cuando volvieron a los confortables sillones una mujer, insultantemente bella, les aguardaba para integrarse en el debate. Sorpresa, temor, miedo, terror. Luego, paz. Continuaron la discusión.

16 junio 2010

Lo prometido es deuda


Aquí tenéis el trofeo.

Imagino que algunos de vosotros querréis saber cómo fue la entrega, os haré un resumen. Con muchos, pero que muchos nervios.

En la ciudad de Montilla, Córdoba. Los miembros la Asociación “El coloquio de los perros”, muy agradables. Nunca podré agradecerles todo lo bien que se portaron. Atentos, simpáticos ¡Vamos, en dos palabras! ¡Buena gente!

La entrega fue familiar. Se realizó en La casa del Inca, una bonita casa que fue del Inca Garcilaso, con un bonito patio cordobés. Fue en una de las estancias de la casa, antigua biblioteca, y no en el patio por la amenaza de lluvia, y con entrevista para la televisión local incluida.

El acto se desarrolló con esa sencillez que la solemnidad permite. Unas palabras del presidente de la Asociación, otras de dos miembros del jurado haciendo referencia a las obras presentadas, pasando después a mostrar los videos de las obras musicales a las que hacían referencia cada fotografía y relato premiados.

Qué voy a contaros, los nervios no se separaron de mí, al contrario hicieron una piña cuando me tocó leer el relato.

Luego una copita, bueno una detrás de otra, de buen vino de Montilla. Que puedo deciros del vino de montilla ¡Buenísimo! Como dice una amiga común para alguno de vosotros, «No debe haber sido el azar que Edgar Allan Poe lo eligió para su cuento El barril de amontillado».

Siento no tener ninguna foto para mostraros, seguro que me perdonáis.

Y si permitís una sugerencia, no dejéis de visitar la página de la Asociación Cultural “El coloquio de los perros”, que debe su nombre a una novela ejemplar de Don Miguel de Cervantes, con el mismo nombre. Seguro os gustarán todas las actividades que realizan.

http://web.elcoloquiodelosperros.es/

06 junio 2010

El dúo de gatos

Una noche iluminada con una luna redonda, poderosa, relegando la oscuridad al rincón más alejado. Dos gatos y un tejado.

La conversación de los dos gatos, incansable y penetrante, retumbaba en los oídos de aquel hombre, que dando vueltas en la cama no lograba conciliar el sueño.

Desesperado se sentó al piano, y puso música a los malditos maullidos causantes de una gran noche de insomnio.

El mundo entero está agradecido a los dos gatos, y a Rossini.