27 junio 2010

El poeta y el cuentacuentos

Un poeta y un narrador discutían sobre qué disciplina literaria podría describir mejor a la Muerte.

El cuentacuentos defendía la brevedad en las frases, sin metáforas. El poeta, con puntería, dirigía su argumento hacia los sentimientos y sensaciones.

—La poesía —decía el poeta— puede hacer sentir al lector que está muerto, mientras que el relato sólo puede hacer que lo imagine.

—¡Já! —Replicaba el cuentista—, el relato envuelve al lector en el miedo que la presencia de la negra figura transmite.

Sentados en dos cómodos sofás, y con un vaso de buen néctar español en la mano, seguían con su tema sin importar la hora de amanecida.

Sonaron unos golpes en la puerta, y al abrirla, no encontraron a nadie. Cuando volvieron a los confortables sillones una mujer, insultantemente bella, les aguardaba para integrarse en el debate. Sorpresa, temor, miedo, terror. Luego, paz. Continuaron la discusión.

7 comentarios:

  1. sencillamente me encanto!!! excelente la forma en la que llevas la narración.
    me encanto como postulas a la poesía, con su capacidad de hacer sentir muerto en vida a su lector...

    Gracias besos!

    ResponderEliminar
  2. Rulita, muchas gracias, y bienvenida a este modesto blog.

    Veo que te gusta la poesía, algún día me decidiré a poner alguna, si me atrevo.

    Un saludo
    Jesús

    ResponderEliminar
  3. ¡Vaya pesada y nefasta ironía la de estos dos! Tanto discutir y la Doña se los llevó puestos. ¡A seguir la polémica por toda la eternidad! Genial, genial.

    La encuentro, desde otro lugar más elevado, una alegoría impecable acerca de lo estériles que resultan algunas pseudo - polémicas sustentadas en celos extremos, puesto que hay tantos abordajes de un asunto como artistas se dispongan a hacerlo; nada más cambia la modalidad o "frecuencia" -o género- de trasmisión de la idea.

    Cuento y Poesía en una nube, enredados en una discusión bizantina eternamente, no deja de estremecer y trasmitir gracia no exenta de sabiduría.

    Mis plácemes, Jesús.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Turkesa, tu comentario es digno de otro micro, que no digo que no esté pensando en escribirlo, porque para ello necesitaría conocer la poesía al menos,tan poquito como conozco el relato.

    Es cierto que son estériles discusiones como la presentada, puesto que no llegarían a ningún fin. La Impía, la Limpia, la Parca o la Doña (como tú la llamas) acaba con la discusión de alguna manera ¿O quizás, la traslada a otro lugar? Allí donde los grandes maestros les pueden parar los pies, o unirse a la discusión.

    La poesía es un arte, al igual que la narración, y los dos conviven, puesto que hay poetas que narran, y narradores que recitan.

    En fin, discutir por discutir ¿A dónde va?

    Muchas gracias por tu comentario. Me has dado otra idea, ya veremos lo que nace.

    Un saludote
    Jesús

    ResponderEliminar
  5. ¡Jaja! Bueno, al menos si escribes algo fruto de la idea, hazme el favor de dedicàrmelo, ya ves qué caradura soy! No, jeje, es bruma... digo, broma. Pero por lo menos avisá, ¿OK? Besos.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Turkesa, ten por seguro que irá dedicado y con aviso.

    Un saludo
    Jesús

    ResponderEliminar