02 septiembre 2010

Consecuencia

Desenroscó la caperuza de su pluma con calma, sin prisas, y acabó la lectura del documento. Sonrió. Firmó.

Esa misma noche al acostarse su mujer le preguntó: «¿Qué tal el día?», contestó tranquilamente con un «“Bien”», le dio un beso y apagó la luz.

Esa madrugada el verdugo dio media vuelta al garrote, y una vida acabó.

Al día siguiente otra pluma, otra sonrisa, otro… Bien, y el mismo verdugo.

El juez desenroscaba, con calma, el capuchón de una de sus plumas. Le sonrió y firmó.

Su cabeza rodó por el suelo como consecuencia del movimiento, rápido y certero, de la mano huesuda del portador de la guadaña.

6 comentarios:

  1. ¡Vaya pedazo de micro!

    Te estás refinando en el arte de sorprender con los finales en cuentos cada vez más cortos. ¡Admirable x 3!

    El Juez que mientras con la misma pavota sonrisa firma una sentencia de muerte más... ¡la propia! No tuvo tiempo de enterarse. Este cuentito Perfecto es toda una alegoría; exhibe un sesgo de fino humor algo perverso... Hum... Debiera leerlo más de un político de cualquier país, esos que gozan de tanta impunidad y dale que dale le dan a la firma y en un descuido suscriben su propio final. Bueno, creo que con los de mi país, desgraciadamente, te alcanza y sobra. Jeje, perdona el desvarío.

    Oye: me fascinan los giros que das a tus finales. Creo que ya te lo han dicho. ¡Bien hecho, Jesús! Pero muy bien.

    Lo he disfrutado con asombro, de cabo a rabo, como a todos tus cuentos.

    Un abrazo grande.

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  2. Turkesa, me llenas de alegría con tu comentario porque has captado la sutileza del mensaje.

    Sobre los finales, pues... en un cuento tan cortito si el final no desencaja al lector, pienso que no tiene gracia, o al menos la pierde.

    La verdad es que rompo la norma que Perez Reverte dijo en una ocasión:"Lanzarse a escribir sin conocer el final no llega a ninguna parte" (más o menos es lo que dijo), a mí los finales se me ocurren mientras escribo, si que es verdad que una vez he elegido el final, a veces corrijo el relato.

    Gracias de nuevo.

    Un saludote
    Jesús

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  3. Bueno, regresé a ver tu respuesta, y me siento acompañada en el sentimiento: yo tampoco pienso en los finales y eso he de confesarte me ha pesado como una mochila de tanto escuchar que debe hacerse lo contrario; ahora cuando tengo un final, suelo cambiarlo, y viceversa, y tus palabras demuestran que no todo está escrito. O mejor dicho, nada de lo que está escrito causa estado en materia literaria. Y mirá que finales te mandás...

    Bueno, un abrazo sin final. JAJA. Chau!

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  4. Efectivamente, Turkesa, nada de lo escrito es ley, salvo las leyes, claro.

    Gracias por tu comentario.

    Un abrazo
    Jesús

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  5. Jesús, cuánto tiempo. Leí el micro con mucha curiosidad, y los comentarios de Turkesa me han ayudado a comprenderlo mejor. No es culpa tuya, que he estado tres meses de vacaciones y cualquiera diría que se me ha olvidado cómo usar el cerebro. En cualquier caso, excelentre reflexión. No sé por qué cuando hablas de destapar plumas me imagino en un examen oral de mercantil (situación no muy agradable, aunque mi profesor es un juez simplatiquísimo).

    No sé, para mí ha sido más un micro de sensaciones, igual por ese recuerdo.

    Interesante también que escribas sin conocer el final. Yo lo hago a menudo, aunque trato de hacerme unas directrices. Hace mucho tiempo debatíamos en Prosófagos si era conveniente escribir sin un plan establecio. En ese momento opinaba que no estaba mal eso de ir a la aventura. Ahora pienso lo mismo pero con matices ^^. Al menos una pequeña idea sí sirve, eso sí, creo como tú que el final puede improvisarse porque durante la escritura a uno se le pueden ocurrir muchas cosas.

    Un gusto leerte!

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  6. ¡Hola Natalia, bienvenida de nuevo!

    Menudas vacaciones, te habrá dado tiempo a todo, incluso a estudiar.

    Ya me imagino a tu profesor tomando notas con su pluma con caperuzón de nácar.

    Me alegra saber que no soy el único que en la mayoría de las veces escribe sin saber qué final le va a dar. Yo tambien he probado en hacer un esquema y escribir sobre él, pero siempre, y no sé porqué, acabo olvidándome y sale una cosa distinta a lo planeado.

    Gracias por pasarte.

    Un saludo
    Jesús

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