Ayer el cartero me trajo un paquete sin remitente. Lo abrí, y descubrí un álbum de fotos. Cada una de ellas provocaba recuerdos que alimentaban mi mente de historias, y mis ojos de lágrimas.
Cada imagen una lágrima, cada lágrima un suspiro, cada suspiro unas ganas locas de retroceder años.
Mi perro, muy atento siempre a todo lo que yo digo o hago, estaba con sus patitas sobre mis piernas gimiendo al verme llorar.
Los recuerdos se alían con la mente y con el corazón, y el deseo de volver se hace patente.
Cerré el álbum y me invadió la necesidad de saber de todos ellos. Busqué con ansiedad entre cajones encontrando un viejo listín de teléfonos.
Cada llamada una desilusión, cada pregunta una respuesta negativa. El desánimo comenzaba a invadirme. Pasaron dos horas antes de que al otro lado del auricular alguien me contestara con algo de esperanza.
—Buenas tardes, perdone que le moleste, pero estoy buscando a…
—¿Jaime? ¿Eres tú?
—Sí —reconocí su voz— ¿Andresito?
—¡Síííí! Qué alegría que me llames. Ahora mismo estaba pensando en llamar a toda la panda. Tengo un álbum de fotos que me está haciendo llorar como un niño.
¡Caramba!, pensé, y sin saber porqué realicé una pregunta.
—¿Qué aspecto tiene el álbum que estás viendo?
—No sé por qué me preguntas eso —hizo una pausa—, pero siempre has sido un poco rarito. Verás, tiene un tamaño folio, con tapas de color rojo, con hojas adhesivas donde están las fotos. Por cierto, es curioso, porque la primera foto precisamente fue la última que yo recuerdo haber hecho, es…
—De un grupo de muchachos sobre el capó de un coche grande. Tú y yo estamos de pie apoyados espalda con espalda.
—¡Sí! ¿Cómo lo sabes?
—Porque yo tengo el mismo álbum.
—No puede ser, si este lo he encontrado en mi desván hoy mismo, y creo recordar que mi padre solo hizo uno.
La conversación no duró mucho, pero antes de colgar el teléfono Andresito me propuso vernos al día siguiente en el bar donde nos reuníamos los sábados por la noche, a lo que accedí.
Cuando colgué el teléfono volví a ver las fotos del álbum. Un escalofrío me recorrió la espalda al ver en la última página una esquela que indicaba la muerte de Andresito el año pasado.
Qué fuerte, Jesús, menudo colofón... buenísimo relato con final bien sorprendente!
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Milena, me agrada que te guste, he de decirte que este cuento lo envié a un concurso el mes pasado a Argentina y fue seleccionado pero no fue ganador, he leído los ganadores y son mejores que el mío con creces.
EliminarUn abrazo
Jo, qué impresión. El texto es una pasada.
ResponderEliminarUn beso grande.
Me alegro que te haya gustado, y si me lo permites, me alegra que te haya impresionado, imagino que el final.
EliminarUn abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLástima, me hubiera gustado leer este comentario.
EliminarUn abrazo
Hola, Jesús.
ResponderEliminarImpecable relato, sin fisuras. No me canso de nunca adivinar por donde vendrá el chubasco en tus historias. Te felicito.
Un beso.
Muchas gracias Mónica. Te voy a decir un secreto ahora que nadie nos puede leer, yo nunca me canso de averiguar cómo poder sorprender al lector.
EliminarUn fuerte abrazo
El mismo escalofrío que ha recorrido mi espalda. Sabes como levantarnos del sillón, como emocionarnos, como sorprendernos... Un placer y un lujo leerte. Abrazucos
ResponderEliminarMuchas gracias Ester, pero si supiera hacer todo eso que dices no estaría jubilado y viviría de lo que escribo, pero te agradezco tu comentario.
EliminarUn abrazo
Te leo en silencio Un abrazo y buenas noches compañero
ResponderEliminarMuchas gracias RECOMENZAR.
EliminarUn saludo
Si bien cuando llegamos aqui sabemos que en algun momento nos "atrapas" y nos vamos preparando mentalmente, lo inveitable sucede jajaj.. Magnifico desenlace y relato
ResponderEliminarDede aqui mi humilde homenaje a la creatividad de tu blog y relatos.
https://eli59elgristambienexiste.blogspot.com/2021/06/sorpresivo.html#comment-form
Un abrazo grande Jesús!!!!!
Muchas gracias, Eli.
EliminarGracias por tu comentario y por tu homenaje, inmerecido de todas todas.
Un saludo
Hola Jesús, me pareció un relato
ResponderEliminarbuenísimo, un gusto estar por aquí.
Besitos dulces
Siby
Gracias Siby, espero volver a verte mas menudo.
EliminarUn saludo
Misterios de la vida.... Avisos del futuro......Un excelente relato que causa escalofríos a esta alma que te lee. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Sandra, espero que los escalofríos sean leves.
ResponderEliminarUn saludo
Buenos días vengo de ver tu blog de la mano de Eli y es verdad que tus finales son sorprendentes, me ha gustado como lo has ido narrando nos llevas hasta el final con ganas de descubrir algo nuevo.
ResponderEliminarUn saludo y te felicito.
Muchas gracias Campirela.
ResponderEliminarDebo agradecer a Eli tu paso por mi blog, espero que no sea el último.
Me agrada que te Gusten mis cuentos, relatos o como yo los llamo, Brelatos.
Un saludo
Soy un gran amante de los relatos, Jesús.
ResponderEliminarEnhorabuena, en el de hoy, me pirra y estremece, el final.
Saludos.
Muchas gracias Enrique.
ResponderEliminarUn saludo
Um belissimo texto!
ResponderEliminarMuita criatividade e um registo emocional notável.
Te felicito!
Muchas gracias A.S.
EliminarUn saludo
A mi también me ha recorrido un escalofrío la espalda al leer el final. Muy buen relato Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Bueno! Espero que haya sido leve.
EliminarMuchas gracias
Un saludo
Jesús, vengo del blog de Eli. Me alegra leerte y ver cómo tu sensibilidad conecta con el lector, que empatiza rapidamente con tus letras y siente la presencia misteriosa de lo desconocido, que le paraliza y le hace pensar que el más allá está más cerca de lo que creemos.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu maestría y buen hacer.
Muchas gracias Mª Jesús. Espero que mis brelatos no te hagan cambiar de opinión.
EliminarMuy agradecido por tu visita, si me lo permites visitaré tu blog.
Un saludo
Hola, Jesús. Muy buen relato, en donde los recuerdos afloran a través de unas fotos, algo que todos en algún momento hemos tenido esos momentos de volver la vista atrás. Y un final magnífico, inesperado y centrado en una posibilidad de existencia en otros planos.
ResponderEliminarMe alegro que eli, me haya acercado hasta aquí.
Buen comienzo de semana.
Hola, Mila, te estoy muy agradecido por tu comentario, y me alegro que te guste mi brelato.
EliminarNO sé si lo he dicho antes, pero estoy muy agradecido a Eli la difusión de mi blog, y a ti, como a todos los demás el haberlo visitado. Espero no defraudaros de ahora en adelante.
Un saludo