Odiosa pureza martirizando mi mente.
La estruja hasta el sufrimiento,
y la inunda doliente.
Virginidad impaciente,
que se rompe para siempre
con pluma infame y coherente.
Un grito de dolor,
una lágrima azul
mancha su candor.
Naciendo de esa violación,
un relato, un poema
escrito con el corazón.
Ojala cuando yo no encuentre mi musa me salga un hermoso poema como el tuyo, Jesús; Y que vengan millones de páginas en blanco.
ResponderEliminarAbrazos.
Sorprendida me he quedado con el poema.
ResponderEliminarMe ha gustado, ahora lo recordaré cuando vea mi hoja en blanco.
Saludos
Antony: por lo que llevo leído tuyo, tienes a una musa a tiempo completo, porque hasta cuando duermes te susurra cosas al oído, y te salen relatos dignos de leerse.
ResponderEliminarEl terror de una página en blanco no debe preocuparte, mientras escribas como lo haces.
Gracias por tu comentario, el cual ha sido un honor recibirlo.
Un abrazo
Jesús
Elèna, perdóname, pero me ha gustado sorprenderte, como me ha agradado que te gustara.
ResponderEliminarMuchas gracias
Jesús
Emotivas palabras, tanto como tu comentario sobre EEDLA, Jesús.
ResponderEliminarEso me anima a seguir con la pluma infame.
Un abrazo
Hola, Jesús: tu poema es una certera flecha al corazón. Y es justo cómo sucede la Inspiración del poeta, creo yo.
ResponderEliminarCapaz que en vez de titularlo "Página en blanco", debieras ponerle "Génesis de una poesía" ...
Quiero decir, con toda esta palabrería, que -para hablarte en tu idioma musical- las cuerdas de todo poema no nacen jamás de la mente consciente. Lo que has escrito acá corrobora esa teoría. Ya sea en prosa o en verso, libre o no, la Poesía es la expresión de Dios -como sea que lo entendamos o incluso lo neguemos- canalizada a través del instrumento, el Poeta, en el instante de plasmar la poesía. Ella saca afuera un poco de espíritu, nos conecta con la divinidad que albergamos. Y has reflejado maravillosamente ese sublime momento en que -apagado el intelecto- se abre el corazón.
Bueno, tampoco sé tanto de poesía; me refiero a las normas que establecen diversos tipos de métrica, versos, etc., en fin, que de eso, nada de nada. Pero me sale de todos modos lo que llamamos poesía libre (menos mal que existe!). Pero, afortunadamente, a veces la siento. Cómo ahora.
Así que dale para adelante con la poesía; deja el alma suavecita, suavecita, cuando uno acaba de escribirla.
Un abrazo grande.
Blas, tu pluma nunca será infame.
ResponderEliminarEste blog se honra con el comentario de un autor que hace soñar con la Alambra en su libro.
Gracias
Jesús
Turkesa, amiga mía, qué decir ante tu comentario. Gracias, aunque no estoy de acuerdo con lo que dces de que no sabes de poesía. Entrar en tu blog y nadar en poesía es todo una. En él haces navegar por un mar de versos en un mar poético donde es difícil naufragar.
ResponderEliminarY esto si ha salido del corazón.
Gracias.
Un abrazo.
Jesús