Después de pensar mucho en alguna mujer que más me ha marcado, y no encontrar a nadie, hice la reflexión al revés: ¿Qué hombre me ha enseñado a una mujer que me ha hecho cambiar el concepto de mi vida?.
Encontré enseguida al hombre, y éste me presentó a la mujer. Ella me mostró la tranquilidad de la resignación, y poco a poco me endulzó el miedo a lo desconocido.
A través de ella descubrí que el paso no tiene porque ser traumático, y su compañía , a pesar de muchas opiniones, no es ni mala ni buena.
Los escritos del hombre fueron clarividentes enseñándome como ver a la mujer sin ningún perjuicio, ni juzgar su trabajo ni su aspecto, viéndola tal cual es. A través de sus letras descubrí que el temor se fue alejando, encontrándola natural.
La he visto en la calle, en el cine, en los medios televisivos y me la he encontrado incluso en los medios radiofónicos. Verla cara a cara todavía no, pero todo se andará, no tengo más que tener paciencia y esperar.
¿Su nombre? La Muerte.
© Jesús García Lorenzo
No hay prisas sabiendo que es ella la que te buscará.
ResponderEliminarUn saludo.
Garcías Alfred, y como tu dices no hay prisa.
EliminarUn abrazo
Noa hay que preocuparse, ella vendrá en su momento , ni llamarla ni esconderse. Recordemos que su visita es una certeza desde que nacemos. Abrazos
ResponderEliminarGracias Ester, efectivamente no hay duda de que vendrá, solo hay que esperar.
EliminarUn abrazo
Un gran final para un magnífico texto.
ResponderEliminarComo dicen por aquí, ni esperarla ni desearla, llegará siempre como si nada.
Aferradetes, Jesús.
Gracias por tu comentario y por lo de magnifico.
EliminarUn abrazo
Hola Jesús.
ResponderEliminarMe ha gustado la metafórica manera por la que conoces la existencia de semejante mujer. Su abrazo siempre llega cuando menos se lo espera. O no.
Un beso.
Hola Mónica,¡Bueno! saliendo de lo típico, la madre, la esposa, etc.. había que encontrar una que marcara una vida.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola Jesús.
ResponderEliminarBuena reflexión sobre esa mujer que nos espera desde siempre. Aunque creo que esconde un formidable engaño y de su mano acabemos naciendo a una tercera forma de vida inimaginada.
Un beso.