Un poeta y un narrador discutían sobre qué disciplina literaria podría describir mejor a la Muerte.
El cuentacuentos defendía la brevedad en las frases sin metáforas. El poeta, con puntería, dirigía su argumento hacia los sentimientos y sensaciones.
—La poesía —decía el poeta— puede hacer sentir al lector que está muerto, mientras que el relato sólo puede hacer que lo imagine.
—¡Já! —replicaba el cuentista—, el relato envuelve al lector en el miedo que la presencia de la negra figura transmite.
Sentados en dos cómodos sofás, y con un vaso de buen néctar español en la mano, seguían con su tema sin importar la hora de amanecida.
Sonaron unos golpes en la puerta y al abrirla no encontraron a nadie. Cuando volvieron a los confortables sillones una mujer, de una belleza insultante, les aguardaba para integrarse en el debate. Sorpresa, temor, miedo, terror. Luego, paz. Sentimientos surgidos al oír su nombre, y continuaron la discusión por toda la eternidad.
©Jesús García Lorenzo
Jo, les visitó la muerte.
ResponderEliminarComo siempre tus textos enganchan y no se pueden dejar de leer hasta el final. Y un final que siempre sorprende.
Un abrazo grande.
Muchas gracias Moony, siempre es un placer leer tus comentarios.
EliminarUn abrazo
Una invitada no prevista les resuelve sus dudas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Alfred,
Eliminarresolver las dudas de esa manera es preocupante.
Un abrazo
A esa señora nadie la invita, lo hace ella misma y cuando se presenta ya es tarde, incluso para debatir.
ResponderEliminarPor lo que veo, hemos coincidido en el tema.😉
Aferradetes, Jesús.
Hola Paula,
Eliminar¡Es cierto!
Gracias
Un abrazo
Esa hermosa mujer siempre esta cerca, llega sin avisar.... Un gusto leerte. Saludos amigo.
ResponderEliminarGracias Sandra,
Eliminarpara mí es un placer leer tus comentarios.
Un abrazo
Hola, Jesús.
ResponderEliminarUn relato de fábula, como siempre, muy bien llevado. Me gustaron mucho las consideraciones que, en defensa de su género literario, hacen el poeta y en cuentista. " —La poesía —decía el poeta— puede hacer sentir al lector que está muerto, mientras que el relato sólo puede hacer que lo imagine". ¡Muy bueno! Y comparto el criterio. Lástima que llegó una convidada que siempre acaba poniendo las cosas en su tiempo, o sea en la eternidad, como bien apunta el excelente final.
Un beso.
Hola Mónica,
EliminarComo siempre muy acertada en tus comentarios, es un placer leerlos.
Un fuerte abrazo