17 noviembre 2021

Remordimiento

—¿Por qué lloras niña?

—Porque mi amor se va en aquel barco queriendo hacer fortuna para poder casarnos.

—¿Acaso no le quieres pobre?

—¡Claro que sí!

—¿Y lo has dejado marchar?

La gaviota abriendo sus plumas al viento se elevó repitiendo: “Dejado marchar…, dejado marchar…”

Las lágrimas de la niña se amontonaron en sus ojos con más intensidad.


 © Jesús García Lorenzo

18 comentarios:

  1. No sé si la niña es una gaviota, creo que no, que la gaviota sólo es un testigo.
    El texto es precioso...

    Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Moony,
      Bueno, sea quien sea creo que le da una lección.
      Un abrazo

      Eliminar
  2. Muy sabia la gaviota. No se necesita riqueza material cuando hay amor.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Exacto! A veces es necesario que un pepito grillo (en este caso una gaviota) nos diga la verdad.
      Un abrazo

      Eliminar
  3. Ese afán de tener para dar retrasa la consagración del amor, la gaviota ha visto muchas partidas como esta. Abrazucos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchos españoles lo hicieron, y muchos fracasaron, en el amor y en lo que fueron a realizar.
      Un abrazo

      Eliminar
  4. Pobres los dos, el que se fue ilusionado y la que quedo con remordimiento. La gaviota me encanto. Saludos amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Sandra.
      La gaviota la hizo llorar, pero no por la partida sino por el motivo por el que lo dejó partir.
      Un saludo

      Eliminar
  5. La gaviota como voz de la conciencia.
    Breve pero intenso.

    Aferradetes, Jesús.

    ResponderEliminar
  6. Las gaviotas sabían lo que proclamaban Jesús.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. Hola, Jesús.

    El remordimiento es una gaviota que deja de repetir su canto (ni su vuelo) sobre el alma atormentada.

    ¡Muy buen micro! Una fábula poética y bonita. Te has lucido.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mónica,
      muchas gracias por tu análisis, es cierto la gaviota es machacona pero le devuelve a la realidad a la niña.
      Un abrazo

      Eliminar