Risas. Viejos recuerdos. Más risas.
Cinco amigas alrededor de una mesa celebrando un reencuentro.
Un momento de silencio destinado a secarse las lágrimas.
Desde la barra un hombre las saluda.
Cuchicheos. Miradas cruzadas, y sonrisas cómplices.
El camarero se acerca con una botella y seis copas.
¡Blop!
Un brindis. Entre las risas, una masculina.
Secretos. Enfados. Una sonrisa maliciosa.
Gritos.
Una pregunta: ¿Cómo te llamas?
—Lucifer
El diablo siempre siembra la discordia, je je je.
ResponderEliminarAbrazos.
Siempre Antony, siempre.
ResponderEliminarGracias por pasar.
Un saludo
Jesús
Espeluznante... Por lo menos se echaron unas risas...
ResponderEliminarUn abrazo Jesús
Sí, Milena, aunque duraron poco.
ResponderEliminarOjo con las reuniones ¡Jajajaja!
Gracias por pasar.
Un abrazo
Jesús
Entre la Dama Muerte y el amigo Lucifer, veo que tienes un material de lo más "alegre", jeje.
ResponderEliminarUn placer leerte, como siempre, Jesús.
Hola,Beren, un placer verte por aqui.
ResponderEliminarPues verás,todo depende como se mire, aunque debo reconocer que dan mucho juego.
Gracias por pasarte y comentar.
Un abrazo
Jesús
Yo te digo que no dejas de asombrarme. Y tal asombro va in crescendo. No me esperaba el final, obvio, claro, qué bobadas digo. Lo cierto es que al desenlace se me ha erizado el cuero cabelludo.
ResponderEliminarAdmiro esa capacidad del ladrillazo en la nuca del lector.
Je. No te creas que me da gusto, ya debería verte venir.
Pero nop.
Excelente micro.
Felicitaciones, Stephen "Clarinete" King.
Besos.
¡Turkesa, qué alegría! Verte por aquí de nuevo, y de asombrarte.
ResponderEliminarEste escritor, al que le da vergüenza llamarse de esa manera, te agradece tus palabras, y tu mote.
Gracias.
Un abrazo
Jesús