10 abril 2010

El canon bibliotecario


El otro día hice limpieza de periódicos viejos, que siempre se guardan para hacer uso de cualquier evento —que le vamos hacer, uno es así, guarda y guarda hasta que en casa le dan el ultimátum—, como es habitual en mí revisé aquello que iba a engrosar el contenedor de papel y cartón. Cuál fue mi sorpresa cuando me topé con una noticia que, en su momento no le di la importancia que tenía —un servidor es así de despistado—, y me puse a investigar en el Dios Internet a través de su profeta Google.

La noticia que todos conoceréis —porque no sois tan desastres como yo—, hablaba del impuesto a las bibliotecas públicas sobre los libros que se prestan, 20 céntimos de Euro, dictaminado por Europa y que está respaldado por CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) y SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), investigando en internet —como antes he mencionado— encontré un manifiesto del escritor “José Luis Sampedro”, en el que hace una defensa a ultranza de su desacuerdo con este canon. En este manifiesto, José Luis Sampedro, habla de su infancia y de cómo se fue formando su afición a la lectura con libros prestados, y entre tantas preguntas que se hace, resalto estas dos: “¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos?”

Particularmente me hago esta otra, ¿algún día nos cobrarán por hacer uso de las palabras que están en el diccionario? ¡Espero que no!, porque si eso ocurriera, no quisiera pensar en el mutismo en el que nos veríamos envueltos. Nadie hablaría, ni escribiría y por lo tanto no leería. Me estoy acordando de aquella novela que escribió, Ray Bradbury, titulada: “Fahrenheit 451” ¿Fue un visionario?

Mi parecer es que las bibliotecas —Públicas o privadas— que se nutren de libros donados o comprados para un solo fin —y que en su adquisición ya se ha pagado el canon correspondiente—, fomentan la lectura y por lo tanto la cultura, y a ésta no se le debería agravar más su difusión.

En fin, ni que decir tiene que me deshice de todos los periódicos viejos que guardaba, no fuera que me cobraran por hacer un uso indebido de ellos, o sea, otro que no sea el de leerlos.

6 comentarios:

  1. Jo, Jesús, esto sería lo último. Es perfecta esta frase que citas: "¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos?” Pues se ve que sí, pero oye, el tiempo dará la razón a quien la tenga. Qué lástima, ¿no? Que lleguemos a este extremo absurdo. ¿Dónde queda el placer de compartir? A mi también me encanta prestar libros y que me los presten.

    Yo también voy a tirar mis periódicos viejos, Jesús.

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  2. Hola, naTTs:

    Sí, es una lástima, pero como dices: "El tiempo dará la razón a quien la tenga"

    Te dejo la diección donde leí el manifiesto de José Luis Sampedro, por si te apetece (y tienes tiempo), leerlo.


    http://movidillas.net/2009/08/04/manifiesto-de-jose-luis-sampedro-contra-el-canon-ilegal-sgae-strikes-again/


    Un saludo
    Jesús

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  3. Es increíble, realmente increíble. ¿Los libros son descartables? ¿Hay que usarlos una vez, y si se leen más de una vez se requiere desembolsar dinero de nuevo? Porque en el fondo es esto lo que están diciendo: si el libro es prestado (o sea, leído de nuevo), hay que pagar de nuevo.

    Por cierto, no me creo que los autores esto y los autores lo otro... No me creo que esos dinerillos lleguen a los autores.

    Un abrazo (enojado)
    Esther

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  4. Pues ya ves, Esther, a qué extremo se está llegando. Uno compra un libro, lo dona a una biblioteca pública, se hace socio de ella y si va a leerlo tiene que pagar.

    Hay varios autores que se han manifestado en contra de este canon (que según he leído ya está impuesto en varios paises europeos), según dicen España es uno de los países donde menos se lee, con esto conseguirá que sea "EL País".

    Un saludo
    Jesús

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  5. Es indignante lo que cuentas en esta entrada.

    “¿algún día nos cobrarán por hacer uso de las palabras que están en el diccionario?”

    ¡No les demos ideas! Que son capaces, viendo cómo están últimamente las cosas. Seguro que has visto alguna denuncia en la tele sobre el comportamiento de la SGAE, que cobraba canon a las peluquerías por poner música en sus locales. Una vergüenza.

    Gravar sobre algo al que ya se ha pagado su correspondiente impuesto, es robar directamente. No es legal, claro que se lo pasan por donde quieren esto. Una locura. Además estamos hablando de cultura, del patrimonio de un pueblo, no debería permitírseles. Me parece muy fuerte.

    Hemos coincidido en varios lugares, pero es la primera vez que te comento en tu blog.

    Un abrazo,

    Margarita

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  6. Hola, Margarita:

    Me alegro que te hayas pasado por aquí. Sí, hemos coincidido en algún blog comentando alguna entrada de amigo/a común.

    Tienes razón, no debería estar dando ideas que buenos son. Sí, había oído lo de las peluquerías, cualquier día nos sorprenden con algo más... ¿Sabes que me imagino a estos señores rebuscando en las basuras a ver si te has desecho de algo sin pagar?

    Si el maestro Chapí fundador de la Sociedad de Autores levantara la cabeza, él que luchó contra los abusos hacia los autores...

    Bueno, Margarita gracias por acercarte a este humilde blog.

    Un saludo
    Jesús

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